La pasarela de Sevilla de Boda que organiza Sevilla de Moda se celebro los días 27,28 y 29. La inauguró el desfile de Juan Vara.
Dentro de la moda nupcial un referente es el diseñador Juan Vara que lleva más de 20 años creando vestidos de novias personalizados y únicos.
Desde que terminó sus estudios de Bellas Artes tuvo claro que lo suyo era crear su propia firma porque mientras estudiaba la carrera tuvo la oportunidad de presentarse a Concursos en los que resultó ganador. Juan diseña también vestidos de invitadas, madrinas, ceremonias pero los de novia son los que permiten desarrollar más la creatividad por lo que son sus preferidos.
Sus patrones son perfectos, sus vestidos únicos, hechos a medida, artesanos porque huye de todo lo que sea hacer creaciones en serie. Cada diseño es exclusivo para cada persona según sus gustos y su físico. Los vestido tienen personalidad propia sin olvidar que la que debe brillar ese día es la novia, el vestido no debe quitarle el protagonismo, debe ayudar a que resplandezca.
Esta Colección se llama ”Tocar sin ser Tocado”, lema de la Esgrima y del Amor y que ha sido la inspiración a la hora de crear cada diseño.
Las modelos llevaban como complemento mascaras que le cubrían media cara que recordaban a las utilizadas en el deporte de la Esgrima.
A los tejidos utilizados, raso, seda, tul, gasa, que permiten hacer realidad el sueño de una novia, se le han añadido bordados en plata, encajes, aplicaciones en tono nude rosado y ha jugado con transparencias en escotes, mangas y espaldas para hacer creaciones diferentes.
Las colas no son muy largas para dar más movilidad y ligereza al vestido, al igual que los tejidos y abarcan toda la gama de blancos.
En esta ocasión el protagonismo lo tienen las mangas y los hombros, jugando con los tejidos y aplicaciones para llevar las miradas a ellos. Escotes pronunciados, espaldas al aire o cubiertas con tules bordados en tonos metálicos o en nácar.
Las faldas, de tul, se pueden quitar de manera que tendrás dos vestidos en uno, ahora que está de moda cambiarte. Uno para la ceremonia y otro para la celebración, así le quitas peso al vestido y es más fácil de llevar.
Mangas anchas con bordados en hilo de plata, nácar y encaje que evocan a las princesas y los cuentos de hadas.
Juan no quiere que las novias sean aburridas y por ello despliega su originalidad y creatividad para desarrollar diseños espectaculares y diferentes.
El desfile lo cerro con un vestido barroco con tul negro y bordados en oro, que puedo decir que era impresionante.
La colección fue un éxito rotundo y tuvo mucha repercusión mediática.
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